La rosa se convierte en la gran protagonista como símbolo de la feminidad, abrazando sus múltiples significados, desde una fuerza poderosa hasta una belleza etérea. Creados mediante una técnica especial de raspado sobre pintura fresca, los estampados de rosas van desde el blanco y negro monocromático hasta los multicolores vibrantes, y desde tamaños delicados hasta motivos sobredimensionados y dramáticos.